eSports y apuestas ilegales: riesgo creciente para los jóvenes argentinos

El avance tecnológico y el fácil acceso a estas nuevas innovaciones trae consigo modificaciones en la dinámica social y el deporte no está exento. Cada vez más nos encontramos con nuevas actividades que pasan a ser consideradas como “deportivas”, como el caso de los eSports que vienen creciendo a pasos agigantados. 

Según los últimos datos del año 2023 relevados por la consultora Newzoo a nivel mundial hay más de 3 mil millones de jugadores que practican de manera amateur o profesional algún deporte electrónico. Argentina, en particular, llegó a la sorprendente cifra de 26 millones de gamers. Por ende, casi el 60 % de la población de nuestro país tiene una vinculación con los videojuegos.

El crecimiento explosivo de los deportes online ha traído consigo un fenómeno preocupante: la expansión de las apuestas ilegales. Las casas de apuestas ilegales han identificado en los eSports una oportunidad para captar un público joven, aprovechando su interés en estos eventos y su creciente actividad en plataformas online. Estos sitios, que operan al margen de la ley, se aprovechan de la falta de educación financiera y del entusiasmo de los jóvenes por sus juegos favoritos.

Son múltiples las modalidades de apuesta que ofrecen estos tipos de deporte. Teniendo varios tipos de competencia que van desde liga, hasta amistosos y pequeños torneos. Existen distintos equipos en nuestro país que participan tanto nacional como internacionalmente.

El atractivo de los eSports para los adolescentes no es casualidad; estos ciberdeportes combinan habilidades estratégicas, trabajo en equipo y tecnología avanzada, elementos que resuenan profundamente con las generaciones más jóvenes, acostumbradas a interactuar en entornos virtuales. 

Los eSports ofrecen a la juventud una vía para conectarse con otros jugadores, mejorar sus destrezas competitivas y, en muchos casos, aspirar a una carrera profesional en este campo. Sin embargo, el interés juvenil también los convierte en un blanco fácil para las apuestas ilegales, que aprovechan su entusiasmo por estas competencias para introducirlos en un mundo de las apuestas al margen de la ley. 

Este vínculo entre la pasión por los videojuegos y la exposición a riesgos financieros subraya la necesidad urgente de una regulación adecuada que proteja a los jóvenes de caer en trampas peligrosas.

Las redes sociales e influencers como canales de promoción

Uno de los métodos más efectivos que utilizan estas casas de apuestas ilegales para llegar a los menores es a través de las redes sociales e influencers. Figuras populares en Instagram, YouTube y otras plataformas promueven sitios de apuestas, a menudo sin considerar la legalidad de los mismos. En Buenos Aires, por ejemplo, recientemente se ha intimado a varios influencers por promocionar sitios de apuestas ilegales, subrayando la gravedad del problema.

El acceso fácil y frecuente a las apuestas, especialmente a través de plataformas no reguladas, ha llevado a un aumento en los casos de ludopatía entre adolescentes. Estudios recientes muestran que un preocupante porcentaje de adolescentes en Córdoba admitió haber realizado apuestas online, una tendencia que podría tener consecuencias a largo plazo, tanto en su salud mental como en su rendimiento académico,  y los expone a conductas adictivas desde una edad temprana.

La ludopatía, o adicción al juego, es una preocupación en crecimiento entre los expertos en salud mental infantil. Los niños y adolescentes que se inician en las apuestas a través de los eSports desarrollan hábitos que podrían transformarse en conductas compulsivas. La falta de control y el fácil acceso a plataformas ilegales exacerban esta situación.

La falta de un marco regulatorio sólido en redes sociales

Simplemente con permanecer algunos minutos en Instagram nos veremos expuestos frente a la promoción indiscriminada del juego ilegal por parte de los llamados “influencers”. Estas nuevas figuras que gozan de gran popularidad en las nuevas generaciones no reparan en constatar la legalidad de lo que están difundiendo.

En este contexto, Guillermo Gabella, expresidente de ALAJA (Asociación Latinoamericana de Juegos de Azar), advirtió que “no podemos quitar la responsabilidad de estas nuevas figuras populares de las redes sociales. Según nuestra legislación, los únicos sitios web legales, habilitados y registrados son los .bet.ar, y la ignorancia de la Ley no exime a los ciudadanos de su cumplimiento, por ende quien promocione alguno con otra denominación tiene que tener algún tipo de sanción, ya sea en medios tradicionales como en redes sociales”.

En torno a esta creciente situación, quien también es director de Asuntos Legales de Boldt, concluyó: “La única manera de proteger a nuestros jóvenes de la exposición al juego ilegal es una férrea regulación, tanto desde el lado de dar de baja los sitios ilegales que no tienen ningún cuidado por la minoría de edad ni por los consumidores, como también desde la prohibición de la presencia de estas casas ilegales en las redes, tal como ya sucede por ejemplo en la televisión”.