Política | 8 sep 2024
Reconfiguración
“El radicalismo del siglo XXI tiene que tener una identidad propia”
Así lo subrayó el titular del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau, quien planteó además que “cuando lo único que hace un partido es correr detrás del que acaba de ganar no puede imponer su agenda, ni siquiera dentro de una coalición”.
El presidente del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau, se refirió al rol del centenario partido y puso de relieve que “si nosotros creemos en algunas ideas, debemos sostenerlas independientemente del contexto”.
“Cuando lo único que hace un partido es correr detrás del que acaba de ganar no puede imponer su agenda, ni siquiera dentro de una coalición. Hay algunos que prefieren esa dirección porque les queda más cómodo ser semi oficialista”, acotó el senador nacional en declaraciones a La Nación.
En igual tesitura, consignó que “siempre es más cómodo estar cerca del oficialismo que discutir con él, máxime con con este oficialismo que castiga al que piensa distinto, inclusive dentro de su propio espacio político. Lo hace con artistas, lo hace con intelectuales, lo hace con periodistas, lo hace con políticos. Entonces, un partido que no se afianza en una idea, sino que hace seguidismo, va perdiendo identidad y, con ella, gravitación nacional”.
“Las del año próximo son elecciones más distritales. Todavía hay algunas provincias donde hay una clara presencia de Juntos por el Cambio, como en Santa Fe, en Chubut, Mendoza. Como pasa en todas las elecciones legislativas, la dinámica electoral va a ser distinta según la provincia y está visto que, en los distritos donde gobierna, al radicalismo se lo percibe como un buen gestor”, anexó.
Y sumó: “Tenemos 527 intendentes y un puñado de gobernadores que siempre heredan déficit y lo transforman en superávit y no lo hacen como Milei, cortándole bienes y servicios a sus vecinos. El problema es que lo que hace el radicalismo a nivel local, todavía no lo sabe expresar a nivel nacional. Y que el Gobierno, pese a sus problemas de gestión, tiene todavía una alta imagen pública. Por eso el radicalismo en algunos distritos buscan no enemistarse e incluso intentan entablar algún tipo de relación electoral, como el caso de (el titular del bloque radical en Diputados, Rodrigo) De Loredo”.
De todos modos, el exembajador en EE UU consideró que “los que se acerquen por convicción al oficialismo lo harán más allá del contexto. Otros, que se acercan por conveniencia electoral, estarán más pendientes de la situación económica, social y política del momento”.
Así las cosas, aseveró que “el radicalismo del siglo XXI tiene que tener una identidad propia. Y para eso hay que afirmarla. Cuando el radicalismo fue detrás del macrismo, diluyó identidad. En la ciudad nosotros elegimos no hacer eso, a pesar de que era la moda en el momento, y construimos una identidad”.
“Si no está esa identidad, es muy difícil construir una idea nacional. Entonces, si el radicalismo no hace pie en serio en la Ciudad de Buenos Aires ni en la provincia de Buenos Aires, no puede construir una idea nacional. Frente a eso, hay algunos que, en lugar de construir una identidad nacional, priorizan las cuestiones locales que van a contramano de una idea de partido”, anexó.
Finalmente, Lousteau evaluó que “debemos priorizar las ideas porque detrás de las ideas se van alineando las personas. Hoy el anclaje de los partidos en la sociedad es mucho menor. Yo no quiero vivir en una sociedad cruel y desigual hasta la indiferencia, en una sociedad donde el que tiene poder, como el Presidente, puede atacar a los demás solo porque piensan distinto y donde el debate sea a fuerza de instalar consignas mentirosas”.
“Nadie quiere volver al pasado kirchnerista, pero a la hora de analizar las iniciativas del Gobierno no deberíamos evaluarlas sólo si son opuestas al anterior sino en función de si conducen a un mejor futuro, y ahí es donde uno tiene que marcar propuestas que no lleven al pasado pero que corrijan el rumbo presente”, cerró.