

El politólogo Federico Zapata se refirió a la reconfiguración del tablero político y en ese sentido advirtió que “tanto como para Juntos por el Cambio, como para Unión por la Patria, la fase de descomposición del sistema no terminó”.
“Eso se sigue manifestando al interior de esas coaliciones como una trivialización del espacio. Es prácticamente imposible que JxC pueda unificar una racionalidad en común”, acotó el editor de la Revista Panamá.
Asimismo, puso de relieve que “los gobernadores en los territorios en los que a Javier Milei le va bien están tratando de cerrar un acuerdo con él. Hay dos casos paradigmáticos que son los que sostienen el liderazgo de Rodrigo de Loredo en la Cámara que son Gustavo Valdés en Corrientes y Alfredo Cornejo en Mendoza”.
“Después está el caso de Mauricio Macri. El PRO está en esta especie de paritaria abierta que tienen con LLA desde el 10 de diciembre, en donde Macri siente que incluso los acuerdos con el kirchnerismo son para evitar que llegue al Gobierno”, sumó el codirector de la consultora Escenarios.
“Milei entiende que si Macri entra al Gobierno va a ser una boa constrictora. Cree que le va a destruir el liderazgo y que su liderazgo se va a imponer en el tiempo sobre la base de desarticular el de Macri, y Macri es un jugador y está intentando ver qué curvas le quedan para evitar esa situación”, especuló Zapata en declaraciones a Radio Perfil.
Acto seguido, estimó que “en el mediano plazo, el gobernador entrerriano Rogelio Frigerio queda afuera de JxC, que tiene cierta capacidad de proponer un sistema alternativo al del PRO. El PRO se transformó ideológicamente en algo muy parecido a LLA y Frigerio no está cómodo con eso. Eventualmente, me parece que puede tener una jugada propia para el 27”.
“Un sector fuerte del radicalismo, que no está condicionado por cuestiones de la ciudadanía y de la caja fiscal y está enfrentado a Milei porque el radicalismo está construido sobre el republicanismo. El enemigo de Milei es el consenso básico del alfonsinismo, y Milei le tira dardos a Raúl Alfonsín. Hay un sector del radicalismo que no está condicionado por esas variables y se lleva naturalmente mal con Milei. Ese sector hoy no tiene tierra pero eso le posibilita tener una política más asertiva y más opositora hacia el Gobierno”, puntualizó.
Así las cosas, manifestó que “una nueva oposición no sólo se construye con nuevos, sino también con figuras que se puedan rescatar de lo viejo. En todo caso, se va a precisar una dinámica diferente a la inercia que viene de la época anterior, con un exceso de liderazgo político que permita armar algo con originalidad”.
“Eso requiere mucha más acción política que seguir pedaleando en el vacío de la época anterior con un gobierno que se siente cómodo si la oposición sigue pedaleando en esa dinámica”, finalizó el consultor político.