El Papa criticó la represión del Gobierno: “En vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta”

El Papa Francisco vertió duras críticas a la administración libertaria por el ya habitual accionar que despliegan los efectivos policiales ante cada manifestación callejera, planteando que “el Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía”.

En el marco de la Conmemoración de los 10 años del primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, bajo el lema “Plantando bandera frente a la deshumanización”, y ante la presencia de distintos dirigentes de movimientos sociales, entre ellos, Juan Grabois, el líder de la Iglesia Católica fue categórico.

“Me hicieron ver un filmado de una represión de hace una semana o un poco menos. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, el gas pimienta de primera calidad. No tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, comunistas”, bramó el Sumo Pontífice.

Acto seguido, reflexionó: “Mirar desde lejos, mirar desde arriba, con indiferencia, con desprecio, con odio. Así se gesta la violencia: el silencio de la indiferencia habilita el rugido del odio”. 

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— ANDigital (@ANDigitalOK) September 20, 2024

“El silencio frente a la injusticia abre paso a la división social, la división social a la violencia verbal, la violencia verbal a la violencia física, la violencia física a la guerra de todos contra todos. Ahí está la cola del diablo”, anexó Jorge Bergoglio.

Por otra parte, el obispo de Roma expuso un episodio de “corrupción” por parte de un funcionario del Gobierno que habría tenido lugar recientemente, aunque evitó precisar nombres. 

“Me contaba un emprendedor internacional que estaba haciendo en Argentina unas inversiones de extensión de eso que ellos estaban llevando adelante, y fue a presentar al ministro un nuevo plan de nuevas extensiones. El ministro lo atendió muy bien y dijo ‘dejemeló, ya lo van a llamar’. Al día siguiente, el secretario del ministro lo llamó, le dijo si podría pasar ‘en dos días, así le entregamos el permiso’. Pasó, le entregó los papeles y la firma y cuando él se estaba por levantar, le dijo: ‘¿Y para nosotros, cuánto?¿Y para nosotros, cuánto?’ La coima. El diablo entra por el bolsillo, no se olviden”, advirtió.

En otro tramo de su mensaje pidió “que nadie nos robe la memoria histórica y el sentido de pertenencia a un pueblo”, y cuestionó a Julio Argentino Roca, uno de los próceres santificados por los referentes libertarios. “Los argentinos, que tenemos solo 600 mil aborígenes, acordémonos de Roca que les cortó la cabeza a todos los aborígenes, una cosa vergonzosa”, sentenció.

También alertó por el avance del narcotráfico, la prostitución infantil, la trata de personas, la violencia en los barrios, la formas de criminalidad organizada y las apuestas online, por lo que expuso la necesidad de atacar las causas estructurales, acercando a personas a la Iglesia. “No aflojen, por favor”, suplicó a los dirigentes sociales.

Del mismo modo, reiteró sus críticas al sistema capitalista y a la desigual distribución de la riqueza desde una perspectiva cristiana: “Dicen que el sistema que permitió amasar fortunas a las personas ricas, y permite agregar riquezas ridículas, es inmoral, que debe ser notificado, que debe haber más impuestos a los billonarios”.

“Cuando el Papa habla, habla para todos porque la iglesia es para todos, pero el Papa no puede sustraerse de la centralidad de los pobres en el Evangelio. Esto no es comunismo, es el Evangelio puro. No es el Papa, sino Jesús el que los pone al centro, en ese lugar. Es una cuestión de nuestra fe y no se puede negociar”, cerró.