“Ninguno la cuidó”: Piñeyro cuestionó el “gigantesco conflicto de intereses” en Aerolíneas

El piloto y cineasta Enrique Piñeyro sentó postura en medio del debate por la posible privatización de Aerolíneas Argentinas y planteó que el principal error del Gobierno es creer que la compañía de bandera debe ser “rentable”. 

En este sentido, advirtió que el problema “no es coyuntural, sino que es estructural; es el descuido crónico que tenemos por los recursos y su mal uso. En realidad, se debate si privatización o estatización, pero las dos cosas son horribles”.

“La privatización la hizo el califa riojano (en alusión a Carlos Menem) y la destruyó. Antes de la dictadura era una gran línea aérea; después él se la entregó de una manera vergonzosa y por poquísima plata a los españoles, que la depredaron. Vendieron el Centro de Instrucción de Catalinas, que era alucinante. Yo hice mi primer curso ahí y era avanzadísimo”, recordó en declaraciones a LN+.

En igual tono, evaluó que el nivel de instrucción de Aerolíneas Argentinas durante los 90 fue “muy bajo” y los presidentes que le siguieron la empeoraron. “Después, (Fernando) de La Rúa dijo que hagan lo que quieran, y Cristina (Kirchner) y (Mariano) Recalde terminaron de hacer un desastre monstruoso. Pero no la estatizaron mal. Teníamos la sociedad del Estado y la anónima”, puntualizó.

Asimismo, indicó que “el Gobierno, en vez de reabrir la Aerolíneas Sociedad del Estado, que era la que se había quedado con la deuda y con los juicios, dijo que no y la expropió. Nos quedamos con un juicio de más de 300 millones en España. Podrían haberla reabierto y decirle a los empleados que se sumen, ¿quién iba a decir que no?”.

También planteó que el kirchnerismo “creó el tripulante militante y rebotaron a varios porque ingresaron de forma equivocada. Es un lucro cesante para la empresa. Tiene tres fabricantes distintos de aviones, lo que triplicó costos. Nunca unificó. Seguimos con Embraer, Airbus y Boeing”.

Y la presidencia de Mauricio Macri puso seis aerolíneas low cost, de las cuales dos quebraron “inmediatamente” (Avianca y Norwegian) dado que “es un mercado que no da ni dibujado”, acotó Piñeyro.

“Entregó los cabotajes a subsidiarias de líneas europeas. Designó a Isela Costantini en un intento de profesionalización de la gestión. Finalmente, fue un empresario con antecedentes de gestión en empresas complejas con muchos empleados. Obviamente duró un suspiro porque se dieron cuenta que no se iba a venir un uso político de la línea aérea y que no lo iban a consentir”, prosiguió el capitan de Boeing 787.

Llegando a la actualidad, manifestó que “Milei hace lo mismo que con la pesca: dice que hay que permitir que cualquiera pague su licencia y entre. Tiene una filosofía ultracapitalista y rentabilista al extremo. Pero ahí se equivoca: una aerolínea de bandera no tiene que ser rentable. Puede ser deficitaria razonablemente, como lo era antes”.

“Los sindicatos comenzaron a operar como entes partidarios: si están en la oposición, son super combativos, pero si están en el Gobierno, todo se habla y arregla. Cuando Recalde entregó las rutas no le hicieron un paro. Todo concluyó en un gigantesco conflicto de intereses en lo que menos importa es Aerolíneas. Ninguno la cuidó”, remató.