miércoles 16 de octubre de 2024 - Edición Nº3861

Economía | 30 sep 2024

Vulnerabilidad habitacional

En 20 años se duplicó la cantidad de adultos mayores que alquila

CABA tiene la proporción más alta, y otras ciudades, como La Plata, Santa Fe, Neuquén, Mendoza y Río Gallegos también registran una proporción relevante de mayores de 60 años inquilinos.


Una reciente investigación indica que la tercera edad enfrenta serios problemas habitacionales, por lo que la creciente inquilinización es otro de los problemas que se suma al déficit en cobertura de salud y de transferencias económicas, agudizado en la actual administración libertaria.

El informe de la Fundación Tejido Urbano, realizado a partir del cruce y seguimiento de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), da cuenta que en el primer trimestre de 2024 hay más de 359 mil adultos mayores que alquilan su vivienda. Un número que se duplicó en los últimos 20 años, ya que en 2004, eran poco más de 164 mil.

La población mayor de 60 años que alquila representa el 7,25 % de la población adulta mayor y el 6,58 % del total de inquilinos a nivel nacional.

Corrientes, Catamarca, Santiago del Estero y Resistencia presentan bajos índices de personas mayores que alquilan. Como contraparte, CABA tiene la proporción más alta, y otras ciudades, como La Plata, Santa Fe, Neuquén, Mendoza y Río Gallegos también registran una proporción relevante de adultos mayores inquilinos, fenómeno que puede vincularse con procesos históricos de migración interna que impulsaron el crecimiento urbano en décadas pasadas.

Vale mencionar asimismo que más del 33 % de los adultos mayores inquilinos (121.265 personas) nacieron en otra provincia o país, migrando en busca de oportunidades laborales o mejor calidad de vida, pero sin lograr consolidar un acceso seguro a la propiedad de la vivienda.

Ante estos datos, el acceso a la vivienda en la tercera edad representa un desafío considerable para quienes no han logrado adquirir una propiedad y deben continuar en el mercado de alquiler. 

Ser inquilino en esta etapa de la vida implica enfrentar retos que van más allá del pago mensual del alquiler, con implicancias significativas en términos de calidad de vida y bienestar.

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