domingo 13 de octubre de 2024 - Edición Nº3858

Espectáculos | 2 oct 2024

De bares

“Ni hacemos dibujitos ni vendemos historias”: café sin cuentos en el centro platense

La resistencia tradicional se planta ante la proliferación de locales “de especialidad”. Emerge un reducto contracíclico “donde el cortado, el café con leche o la lágrima son lo que deben ser, sin adornos ni complicaciones”, según prometen ante ANDigital.


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Históricamente, se decía que en la ciudad de La Plata al pisar una baldosa brotaba un abogado. De un tiempo a esta parte, el suelo fértil parece estar destinado para el denominado “café de especialidad”.

Esta vertiente no está limitada por el centro de la capital bonaerense, sino que locales de todo tipo y factor proliferan por los barrios y las localidades, desde propuestas muy valiosas y genuinas a otras rayanas a la estafa.

El caldo de cultivo para esta oferta quizás haya que buscarlo en la diáspora de los cafetines tradicionales y el bastardeo del producto en otros establecimientos, entregando un café quemado como si fuese mercancía secundaria.

Ante la saturación de un mercado “de autor”, emerge “un café sin cuentos”, según destacan Damián Marinoni y Mariano Domínguez, los mentores de Viking’s, próximo a abrir en 46 casi 6, en pleno centro platense, testigo de parroquianos huérfanos de sitios que ya no están.

“Somos dos amigos, acompañados por nuestras familias, que compartimos un sueño: brindar un servicio de calidad en el corazón de nuestra ciudad. Queremos ser el lugar ideal tanto para quienes trabajan en la zona, realizan trámites en el banco, como para los estudiantes de la querida UNLP y todos aquellos que deseen disfrutar de un buen café, sin vueltas ni complicaciones”, reseña Damián ante ANDigital.

En torno al origen del proyecto, destaca que “llevábamos tiempo con la idea de abrir una cafetería, pero entre la economía que se va complicando cada año y los tiempos que nunca parecen los adecuados, todo se fue postergando”. 

“Este año vimos que había muchas nuevas aperturas, pero todas eran cafeterías de especialidad. Ahí sentimos que era el momento justo para ofrecer algo diferente. Con mucho esfuerzo, usando nuestros ahorros y tomando algunas deudas, logramos crear este espacio humilde pero acogedor, que creemos será muy bien recibido por la gente de la zona”, puntualiza el oriundo del Dique, en la frontera ensenadense.

Y proclama: “La principal diferencia es que aquí no vendemos cuentos ni historias. Tampoco hacemos dibujitos en el café. Somos una cafetería clásica, donde el cortado, el café con leche o la lágrima son lo que deben ser, sin adornos ni complicaciones”.

“Nacimos y crecimos en una ciudad con una planificación única y mucha historia, donde el patrimonio y las instituciones tienen un valor especial. Y el café es una de esas instituciones. Con esta propuesta, queremos ofrecer una alternativa para quienes valoran lo clásico y lo tradicional. Queremos mostrar que la comida casera, como la que preparaba tu abuela o la torta de tu tía, tiene un valor mucho más auténtico que una porción minimalista”, añade.

Finalmente, invita de cara a la apertura: “En nuestra cafetería hay opciones para todos los gustos, tanto dulces como saladas, pero lo que las distingue es que todas las porciones son generosas, perfectas para compartir. Estamos seguros de que, después de probar nuestros productos, no querrán volver a las masas con nombres en francés. Somos Vikings: café sin cuentos”.

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