jueves 05 de diciembre de 2024 - Edición Nº3911

Política | 29 nov 2024

Infusión nacional

Mate que me hiciste bien: de aquella pócima guaraní a nuestro compañero incondicional

Ya sea, amargo, dulce, caliente o en tereré, es mucho más que una bebida, también es un aliado para la salud.  Además de estimular el sistema nervioso central, es fuente de vitaminas B, C y de minerales esenciales ¿En qué casos se desaconseja el consumo excesivo?


Aunque ya en 2013 el mate había sido declarado “infusión nacional” por el Congreso de la Nación, fue el 30 de noviembre de 2015 la primera vez que se celebró el Día Nacional del Mate, después de que se publicara en el Boletín Oficial la ley sancionada el 17 de diciembre de 2014. 

La fecha fue escogida para conmemorar el nacimiento de Andrés Guacurari y Artigas, un caudillo guaraní -reconocido como Andresito- que fue de los primeros líderes federales de las Provincias Unidas del Río de la Plata y el único gobernador indígena de la historia argentina.

Designado por José Gervasio Artigas como Comandante General de Misiones, Andrés Guacurari y Artigas gobernó entre 1815 y 1819 la entonces Provincia Grande de las Misiones, desde donde fomentó la producción y distribución de la yerba mate.

Ya sea, amargo, dulce, caliente o en tereré, el mate es mucho más que una bebida; también es un aliado para la salud. 

“Su bajo contenido calórico y de sodio lo convierte en una opción ideal para quienes buscan una dieta equilibrada. Actúa como un poderoso diurético y antioxidante natural que ayuda a combatir la retención de líquidos y el estreñimiento. Es fuente de vitaminas del grupo B, esenciales para el funcionamiento del organismo, vitaminas C que ayudan al sistema inmunológico y de minerales como potasio, calcio y hierro. Asimismo, sus xantinas estimulan el sistema nervioso central, mejorando la concentración y los niveles de energía. Además, destaca por su función saciante, siendo inhibidor del apetito”, resalta Ana Álvarez Tartaglia, licenciada en Nutrición de Boreal Salud (MP 1316). 

Sin embargo, la especialista comparte algunas desventajas claves que deben ser consideradas:

-Su efecto diurético puede llevar a deshidratación si se consume en exceso.

-Beberlo a temperaturas muy altas puede dañar la mucosa de la boca y faringe.

-En exceso, puede provocar insomnio, ansiedad y palpitaciones debido a su contenido de cafeína.

-Puede reducir la absorción de hierro, afectando a personas con anemia.

-Puede causar irritación gástrica en personas con gastritis u otras afecciones digestivas.

El consumo excesivo de mate puede desencadenar diversos efectos secundarios, por lo que es fundamental identificar cuándo se alcanza este límite. Si se combina con otros estimulantes, como café o té, la cantidad tolerable de mate disminuye significativamente. Algunos signos de consumo excesivo incluyen problemas para dormir, sensación de nerviosismo, molestias digestivas y palpitaciones. Por ello, es esencial escuchar al cuerpo y ajustar la cantidad de mate para evitar complicaciones.

Existen grupos de población que deben limitar o evitar su ingesta. Las mujeres embarazadas y lactantes pueden consumir mate, pero con moderación, debido a su contenido de cafeína. Las personas con anemia deben evitarlo durante las comidas para no interferir con la absorción de hierro. Aquellos con gastritis u otras afecciones digestivas deben abstenerse, ya que puede agravar los síntomas. Asimismo, quienes toman medicación para enfermedades como depresión o Parkinson podrían experimentar interacciones adversas”, completa la médica.

El consumo moderado de mate es clave para disfrutar de sus beneficios sin comprometer la salud. No existe una cantidad única que funcione para todos, ya que factores como el estado de salud, la tolerancia a la cafeína y los hábitos alimenticios influyen en esta recomendación. Mantener una hidratación adecuada con agua y evitar reemplazarla por mate es fundamental. Si se presentan síntomas como insomnio o ansiedad, es señal de que se debe reducir la cantidad. No obstante, en equilibrio, el mate sigue siendo una tradición saludable y representativa de la cultura argentina. 

“Frente al mate somos todos iguales”

La frase la dijo Valeria Trapaga en una charla TED, la primera sommelier de mate del país. “Frente al mate somos todos iguales”. Esa condición fue una de las tantas cosas que la atrajo y la llevó a volverse experta en los secretos de esta bebida ritual de los argentinos.

Trapaga, que recorre el país compartiendo sus conocimientos sobre la yerba mate en charlas y reuniones, agrega que “la yerba mate no es hoja molida metida dentro de un paquete, es mucho, mucho más que eso”.

La especialista se declara enamorada del mate y aprovecha para desmentir tres de las leyendas más difundidas sobre esta bebida:

“El polvo de la yerba mate hace mal”. Falso. El polvo de hoja es uno de los componentes más virtuosos de esta infusión, le aporta suavidad y espumosidad. Hace que los mates sean ricos y rendidores.

“Raspar el mate es correcto para destapar la bombilla”. No está comprobado. Para que la bombilla no se tape, lo mejor que podemos hacer es echar un chorrito de agua fría o tibia al comenzar el mate, así la yerba se hincha y en este estado no ingresa dentro de la bombilla.

“Se puede tomar el mate a más de 85 grados de temperatura”. O “Si se hierve el agua, enfriarla con un chorro de agua fría”. Error. De este modo se arruina toda la bebida porque cuando el agua hierve le quitamos el oxígeno, y por ende el poder de solvencia, que es lo que permite que la yerba muestre todos sus sabores y aromas.

Secretos para hacer un buen mate:

-Se llena tres cuartas partes del mate.

-Se lo sacude tapando la boca del mate con la palma de la mano.

-Se deja toda la yerba de uno de los lados del recipiente para que al pararlo quede colocada en forma oblicua.

-Se echa un chorro de agua fría o tibia en la parte del mate donde hay menos yerba, de decir, en la parte de abajo de la inclinación. Cuando la yerba se hincha, allí es donde se coloca la bombilla.

-Se ceba el mate vertiendo el agua lo más cerca posible de la bombilla para evitar mojar toda la yerba. De esta manera, conservará su sabor por más tiempo porque cada vez que volquemos agua al recipiente la yerba que está seca irá alimentando, liberando gradualmente, el sabor. Si se moja toda la yerba los mates se lavarán más rápido.

-Se recomienda no mover la bombilla una vez que se inicie el mate para que no se tape y para que la yerba seca no se moje.

Para finalizar, la especialista reflexiona: “Cebar no es servir. Cebar significa repartir alimentando, una acción en la que necesito poner una cuota de amor, de cariño y dedicación. La idea es que empecemos a cebar y no a servir mates”.

“La magia más grande que tiene el mate la heredamos de los guaraníes que la descubrieron. Ellos ordenaban su vida según un principio de reciprocidad porque consideraban que no era más rico el que más tenía si no el que mayor capacidad tuviera de compartir los bienes materiales y espirituales con los demás”, añade Valeria. 

Y sentencia: “Por eso cuando descubrieron la yerba mate y la hicieron parte de sus vidas, porque para ellos era una pócima, decidieron que la tenían que compartir. Y fue frente al fuego, que era sagrado, y pasándose un cuenco, que tomaron esta decisión. Hoy al mate lo compartimos gracias a ese gesto, a ese mensaje tan místico y tan mágico de los guaraníes”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias