lunes 13 de enero de 2025 - Edición Nº3950

Espectáculos | 30 dic 2024

El arte del buen comer

Boca en boca, sello local y tradición: La Plata pule su identidad gastronómica

“La salida ya no es acontecimiento, es casi la norma”, postula Agustina Fontirroig, creadora del primer newsletter de morfi-turismo de la ciudad. En diálogo con ANDigital, aborda esa búsqueda del “paladar platense” con la novedad constante como norte, pero con creciente valoración en calidad y creatividad, ejes que potencian el sentido de pertenencia.


Desde el momento mismo en el que Dardo Rocha aparcó su carruaje -en doble fila, como para sentar precedente- en los bañados de la pujante y modernista ciudad de La Plata, la tan mentada idiosincrasia gastronómica de la ciudad busca emerger.

Al calor de cierto conservadurismo y a la sombra de la a veces cercana -y otras muy lejana- Capital Federal, el pulso culinario local tiende a crecer, pero se dificulta establecer su doctrina. En esta empresa es que recurrimos a la creadora de PanyQueso, primer newsletter platense de salidas y planes gastronómicos, Agustina Fontirroig.

“Como comensales no escapamos a lo que se hace en todos lados. Aunque si tuviera que comparar con lo que se ve del ritmo de consumo en ciudades del interior de la provincia, la oferta y variedad de lugares que hay en La Plata hace más fácil la tarea, te lleva un poco a pasar más tiempo en la calle y probar. Siempre hay un lugar nuevo que abrió la semana pasada. Lo nuevo convoca, nadie quiere quedarse afuera del tema del momento... y si podés ser el primero en marcar tarjeta, mejor”, apunta la periodista especializada en turismo de noticias (en este caso, el orden de los factores sí altera el producto).
 
En igual tesitura, reflexiona ante ANDigital: “No sé si es causa y efecto de eso, pero antes se pensaba mucho en la salida a comer afuera como acontecimiento, y hoy es casi la norma. Por el contrario, hoy el acontecimiento es que alguien sea anfitrión en su casa, que un otro reciba en su cotidianidad e intimidad total”.
 
“Después, como en todo, priorizamos buen comer, buen trato y buenos precios, que quizás eso no significa barato, pero sí que sea en relación con la calidad de todo lo ofrecido antes. Un tipo de menú que no comés siempre, lo vale. Y el denominador común es que fue recomendado por alguien: a través de un grupo de WhatsApp de amigos, de un reel de un influencer gastronómico, de stories en Instagram de conocidos de conocidos que repostearon una imagen de platos y/o de la vereda del local”, completa.

Aprovechando la efeméride del Día del Sandwich, surgió la adaptación argentina para ensalzar a un icónico bocadillo nacional, y la ruta del choripán platense fue así la excusa perfecta para el primer envío de PanyQueso, el “hijo pródigo” de la comunicadora y pionero para este rubro en el cuadrado perfecto.

“Es lo primero que empiezo a hacer con autonomía en el sentido que tomo las decisiones editoriales y defino cómo me gusta compartirlo”, introduce al hablar de su correo semanal sobre planes de gastronomía y turismo.

Con vasta experiencia en la escritura sobre la temática pero a nivel internacional, nacional y bonaerense, Agustina intenta escapar del fácilmente digerible contenido viral y anecdótico, volcándose a una mirada crítica desde la novedad y la noticia, zanjando la ausencia de lo platense en los contenidos periodísticos. “Busqué algo más tangible, que genere valor para el otro, más allá del entretenimiento del momento de la lectura”, precisa y pone de relieve que la búsqueda lleva su trabajo, pero con la intención de que quien lo reciba “también tenga su tiempo para leerlo, que no es poca cosa”.

“A veces sirvió como guía, otras tuvo más profundización de la información, como en el aniversario de la ciudad, recorriendo los bodegones clásicos e indagando en los platos más pedidos por los platenses. Pero siempre va saliendo con la práctica y atentos y despiertos a lo que va apareciendo”, resume.

En tren de analizar la ondulante “movida” platense, hizo foco en que “hay una necesidad de novedad y cambio constante. Se juega con eventos, por ejemplo que uno cocina hamburguesas en el bar de otro (pop up que le llaman). Proponés algo distinto porque estamos surcados por lo distinto. Nos sentimos verdes si hacemos dos días lo mismo y en eso tienen que ver las redes sociales, moverse en función de lo que se puede mostrar”.

Del mismo modo, mencionó, no sin objeciones, a los “cambios en la forma de habitar los espacios, como si estuviese prohibido ir tres veces seguidas a un mismo lugar” y “por eso crece la modalidad de intentar modalidades extra para contener clientes”.

“Se pierde hasta la intimidad de conocer al que te atiende y viceversa. No nos hacemos habitúes y tampoco de las historias que circulan allí. Además, la pérdida del poder adquisitivo lleva a privilegiar la ‘onda’ y el ‘ambiente’ más que la propuesta gastronómica en sí”, acota.

Liado a ello, no duda en aseverar que “terminás siendo hasta más selectivo, con quién compartís y dónde. Es una ceremonia, si la estás pasando bien, queda en segundo plano si el mozo tardó media hora en tomarte la orden”.

Entre Dantes y Quijotes

“Me cuesta un poco pensar en una identidad gastronómica local. Sí creo que se está aprovechando mucho a incluir un guiño local en la elaboración y creatividad de platos. Por ejemplo, las alcachofas, que son recolectadas en La Plata y alrededores. Tanto Chaucha y Palito las incluye en algunos pasos que integran su menú, como también Paesano, inspirado en cocina italiana, lo ofrece en uno de sus estilos de pizza napoletana: es la que se conoce como Pizza Capricciosa”, grafica sobre una hortaliza emblema del cinturón verde de la región.  

Y de la misma manera elogió la “creatividad a la hora de comunicar, emocionar y/o generar comunidad en Instagram. Quizás eso sea propio de una generación que nació con la digitalización, pero me gusta verlo porque es un poco signo de época y también de cómo reescribimos sobre todo eso con lo que nacimos”.

La historia que querés contar hace al todo y hoy eso, en un contexto donde la oferta es mucha, puede interpelar más que la rapidez en despachar la comanda. Por ejemplo, el nuevo bar de 10 y 40, Veredita, compartió en redes sociales que con la compra en su local los consumidores van a colaborar económicamente también con el muñeco de fin de año que se está haciendo y se quemará luego en esa esquina, simbólico para nuestra tradición de los muñecos. Y fue muy celebrado por usuarios. No sé si luego irá la gente a consumir o quedará en un like, pero de la mano de estas propuestas, hay algo de volver a instalar un sentido de pertenencia en la ciudad y eso es lo que gusta”, aprecia.

En una ciudad con abruptos cambios, al punto que una zona que hasta hace un puñado de años era oscura y desolada con el diente libre El Argentino (QEDP) como baluarte y hoy descuella como “La Plata Soho”, y que a su vez conserva trincheras tradicionales injustamente corridas por el grito de lo cool, la mentora de PanyQueso invita a “volver un poco a lo artesanal. Conocer los clásicos de acá; qué es lo que hay para hacer. Cuando viajamos vemos todo con ojo de turistas y en La Plata nos debemos también ese ejercicio...”.
 

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