

Las mascotas, especialmente los perros y gatos, no pueden regular su temperatura corporal de la misma manera que los humanos, ya que dependen principalmente del jadeo para su regulación. En días de más de 30° C, esta capacidad puede ser insuficiente, poniendo a los animales en riesgo de sufrir un golpe de calor.
De acuerdo a lo que explica la médica veterinaria Laura Espinosa Caixedo (MN 9666), hay signos que permiten ver fácilmente la deshidratación o un golpe de calor en perros y gatos. En el primer caso, pueden detectarse cuando hay encías pegajosas, ojos hundidos, disminución de la elasticidad de la piel, letargo y disminución de la orina, mientras que un golpe de calor puede ser identificado a partir de la respiración rápida y dificultosa, taquicardia, vómitos, diarrea, aturdimiento, convulsiones y colapso.
“Si hay sospechas sobre la mascota que sufre un golpe de calor, los responsables deben llevarlo inmediatamente a un lugar fresco y sombreado, mojarlo con agua tibia (no fría), ofrecerle agua fresca, y permitirle descansar. Si no se recupera rápidamente, es necesario contactar a su veterinario de emergencia”, advirtió la especialista, quien agregó que “los síntomas de un golpe de calor en las mascotas incluyen jadeo excesivo, salivación abundante, letargo, dificultad para respirar, encías rojas o moradas, y pérdida de coordinación. En casos graves, puede haber convulsiones, coma e incluso la muerte”.
Si bien no es el objetivo de este artículo generar temor, resulta importante que las personas puedan brindar a sus mascotas un entorno que les asegure su bienestar: “Los lugares más frescos de la casa son los pisos inferiores y las zonas alejadas de ventanas y fuentes de calor. Se pueden utilizar ventiladores, aire acondicionado o mantas húmedas para crear un ambiente más fresco”, explicó Espinosa Caixedo.
Prevención
Como bien lo indican los expertos, mantener a las mascotas en un espacio donde haya sombra y agua fresca disponibles es fundamental. Pero existen otras formas de prevenir un golpe de calor, como limitar las actividades físicas, especialmente en las horas de mayor calor para no sobrecargar el cuerpo de la mascota.
“Lo ideal es realizar los paseos durante las horas más frescas del día, es decir, temprano en la mañana o al atardecer. Evita pasear a tu mascota en las horas centrales del día, cuando el asfalto está caliente y puede causar quemaduras en las almohadillas de sus patas”, recomendó Espinosa Caixedo, mientras que otro consejo de suma importancia es nunca dejar al animal en lugares cerrados sin ventilación, como puede ser dentro de un auto estacionado, ya que la temperatura puede subir rápidamente y poner en peligro su salud.
Incluso advierten sobre algunas razas más vulnerables, como las braquicéfalas –perros bulldogs, pugs y boston terrier–, ya que son más propensas al golpe de calor. También los animales de edad avanzada, los cachorros y aquellos con sobrepeso son más sensibles. Es fundamental proporcionarles mayor atención y cuidados en días de calor.
Consejos para prevenir un golpe de calor
Para evitar estos riesgos y garantizar la salud y el bienestar de las mascotas durante los meses más calurosos, los expertos recomiendan seguir los siguientes consejos: