Burrata, cannoli y mantel cuadriculado: propuestas para celebrar el Día de la Comida Italiana
La jornada es en honor a San Antonio Abad, patrono de carniceros y charcuteros y, sobre todo, de los animales. El objetivo de la efeméride es proteger la esencia, calidad y el origen de las materias primas de la península.
Harto merecido es que una de las cocinas más influyentes a escala global como lo es la italiana tenga su propio día internacional. Y la fecha del 17 de enero no es para nada azarosa, pues es la festividad de San Antonio Abad, monje cristiano de los siglos III y IV y patrón de los animales.
Junto con otros, es también patrono de carniceros y charcuteros, al tiempo que su figura siempre tuvo estrecho vínculo con la agricultura, ya que contaba con gran devoción entre arrieros y campesinos, quienes llevaban a sus animales de trabajo a bendecir para protegerlos de posibles accidentes y enfermedades.
Cada 17 de enero la Iglesia Católica celebra a San Antonio Abad, padre del monacato y patrono de los animales con Francisco de Asís. “Trabajaba con sus propias manos, lo que ganaba lo destinaba parte a su sustento, parte a los pobres” (S. Atanasio). https://t.co/5QbkccXjuy
De este modo, no es de extrañar que un santo tan vinculado con los animales, el campo y el trabajo de la tierra sea el elegido para celebrar la comida italiana, fundamental de la gastronomía mediterránea, cuya dieta fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010.
Más allá de darla a conocer, la intención fundamental de la efeméride es proteger su esencia, calidad y el origen de sus materias primas.
A continuación, las propuestas para honrar al Día de la Comida Italiana en Buenos Aires:
RESTAURANTES 100% ITALIANOS
Sabores tradicionales en “La Parolaccia”
Con nueve locales en su haber y más de tres décadas, recorre con excelencia y calidad los sabores tradicionales de Italia. El menú incluye una variedad de platos —todos en la línea de la gastronomía italiana—, con opciones veganas, vegetarianas y sin gluten, divididos en secciones.
En el apartado de Antipasti, se destaca la entrada para compartir que lleva el nombre de la casa e incluye jamón crudo, bocconcini de mozzarella, tomates secos, gruyere, spianata, morrón, alcaucil, oliva ascolana y mortadela con pistachos.
En cuanto a las pastas frescas, elaboradas de forma artesanal con ingredientes 100 % italianos, sobresalen el spaghetti Ai frutti di mare, con almejas, langostinos, calamar, vieiras, chipirones y mejillones, y los sorrentinos Gran Caruso, rellenos de mozzarella y jamón cocido, y gratinados con crema, jamón cocido, champiñón, ave y pomodoro fresco. También hay carnes, pescados, ensaladas y postres emblemáticos.
Cocina ítalo-americana en “Aldo's restaurant”
Arraigado en su esencia, luce un nuevo aire, bajo el asesoramiento del chef Leo Azulay y el retorno a los fuegos de Frabrizio Drommi como chef del grupo. La mirada está puesta en resaltar a los pequeños y medianos productores del interior del país, para llevar a la mesa recetas típicamente italianas hechas con insumos locales de altísima calidad.
Proponen entradas mediterráneas, aperitivos con foco en quesos artesanales y salumis, principales en los que se lucen las pastas —grandes protagonistas de la propuesta— y postres predominantemente tanos, en maridaje con los más de 600 vinos de los proyectos más interesantes de norte a sur y de este a oeste del país, sugeridos por el gran sommelier Aldo Graziani.
Entre las estrellas de la temporada, Drommi resalta el carpaccio de vaca servido con salmoriglio y alcaparras; los gnocchetti sardi vongole e cozze (pasta de sémola hecha a mano, servida con almejas y mejillones), el risotto de langostinos y tomates (terminado con aceite de coral, perejil y lima fresca) y para el cierre dulce su inconfundible tiramisú (mezcla de mascarpone y queso crema biodinámico, café premium, chocolate y vainillas). La experiencia se vive en un amplio y elegante salón con acceso libre a la cava Elisabeth Checa o en la amplia terraza a cielo abierto.
Pasta y pizza en “Così mi piace”
Es una cantina conocida tanto por sus pastas artesanales a base de sémola, como por sus pizzas de estilo romano, de masa fina y sin bordes. El menú se completa con antipastos, ensaladas frescas, carnes —de impronta más porteña— y postres típicos de Italia.
Para iniciar el recorrido, se sugiere el provolone a la leña con prosciutto o la burrata con rúcula y tomate; luego seguir con los fusilli al fierrito o los torteletis Barbabietola, de masa de remolacha y rellenos con ricota, pecorino y almendras tostadas, para acompañar con salsa a elección.
Entre las pizzas, se puede optar por la favorita Diavola, con pomodoro, mozzarella Fior di latte, salame tipo longaniza napolitana picante y orégano fresco. Finalmente, para el momento del postre se recomienda el cannoli de masa fina, relleno de ricota pomada, con cáscara de naranja, pistachos y chocolate amargo, un clásico de la cocina italiana. El maridaje acá es con aperitivos como el Carpano Rosso con pomelo o interesantes vinos de bodegas tradicionales, con la posibilidad de beber por copa.
Recetas típicas en “L’Adesso”
La cocina italiana está a cargo del prestigioso chef Leonardo Fumarola, quien diseña recetas típicas de la gastronomía de su país con técnicas modernas y creativas. En su propuesta predominan la materia prima de primera línea, entre pescado fresco, quesos de alta calidad, verduras de estación y productos directos de Italia, como el tomate Divella y la sémola.
En su variada carta se encuentran opciones de antipasto, primer y segundo plato. Para comenzar el recorrido, la casa recomienda las berenjenas con mozzarella y tomate, gratinadas al horno o el jamón de parma con burrata y mix de hojas verdes.
Las pastas artesanales son las estrellas de L’Adesso: vale la pena degustar la pasta fresca rellena de carne con espárragos y panceta, o la lasagna a la Emiliana, que lleva salsa bolognesa, blanca y gratinada.
El pescado grillado con verduras de la primavera y la ricotta cremosa y el risotto con langostinos, burrata y limón son otras de sus especialidades más celebradas. Para el postre manda la tradición: la pasta frolla con mousse de chocolate y frutillas y la panacotta con salsa de chocolate, caramelo y frutos del bosque, entre otras delicias.
Pastas y postres de Italia en “Biasatti”
Los chefs Milton Bertoni y Stefania Langford están al frente de este restaurante y mercado de pastas, para acercar las mejores recetas de la gastronomía italiana en su local de Belgrano.
Especialidades de antipasto, pastas frescas y artesanales, más alternativas de entre panes son los hits de su carta. Entre sus propuestas de entradas, los langostinos y chipirones in padella, con aceite de ajo, tomatitos cherries confitados, perejil, limón y peperoncino son un buen punto de partida.
Entre los principales, los ravioles de ricotta cremosa y parmesano, o los de cordero braseado y masa de pimientos asados y extracto de tomate son otros platos recomendados, junto a sus sándwiches caseros servidos en pan ciabatta, por ejemplo, el de mortadela con pistachos, ricotta cremosa y pesto de albahaca o el de prosciutto, rúcula y manteca de parmesano.
Respecto a las bebidas, es de resaltar su selección de cervezas importadas, aperitivos clásicos como el Negroni o Garibaldi, y una oferta de vinos, de bodegas pequeñas y grandes nacionales. Al momento de endulzar la mesa, ofrecen diferentes opciones, como el tiramisú, a base de queso mascarpone italiano, y el cannoli siciliano con naranjas confitadas.
Pastas artesanales y pizzas en horno de barro en “La Bistecca”
Situado en el polo foodie de Puerto Madero se encuentra este ícono de la escena gastronómica de la Ciudad que, con 25 años de trayectoria y con su propuesta de Alta Cocina sin Límites, mantiene la vigencia de su gastronomía de sabores artesanales y preparaciones creadas al momento, donde el espíritu italiano es protagonista.
En sus reconocidas estaciones de cocina se puede encontrar un espacio con un llamativo horno de barro. Desde aquí se cocinan sus tentadoras pizzas caseras, con cotizadas alternativas como la de mozzarella con jamón cocido y morrones.
Además, en el menú destacan sus pastas de elaboración artesanal, ideales para combinar con salsas a elección. De aquí se sugieren los fettuccine, los gnocchi, los ravioli nero di salmone, los fusilli al fierrito, entre otros. Su amplio salón con grandes ventanales, que brindan una vista inigualable de Puerto Madero, se convierte en el mejor escenario para disfrutar de toda su propuesta.
RESTAURANTES CON GUIÑOS A LA COCINA ITALIANA
Cantina moderna en “Orno”
Es una cantina de estilo contemporáneo que cautiva a sus comensales con su cuidada ambientación y excelente atención. Con detalles como sus manteles a rayas Vichy, el vermut servido en pingüino y platos generosos, se convierte en el lugar ideal para disfrutar de un almuerzo o cena entre amigos.
Algunas de sus entradas más destacadas son el carpaccio de lomo, los arancini de hongos, los arancini con osobuco y el suplí romano. En cuanto a los platos principales, las pastas son una verdadera estrella de la casa: spaghetti con albóndigas, la pasta con pomodoro casero y la milanesa de lomo con spaghetti alla chitarra. Orno es una propuesta que fusiona la tradición italiana con sello porteño, todo en un ambiente relajado, libre y divertido.
Influencia italiana en “Ciro”
Italia dice presente apenas se cruzan las puertas de esta cafetería y restaurante con notable influencia de la región europea. No sólo cautiva con su amplia propuesta gastronómica artesanal, sino también con sus imponentes murales inspirados en Molfetta, capital de la provincia de Bari.