

Ambientalistas de la Región Capital volvieron a dar cuenta del “mal funcionamiento” de la Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales ubicada en 60 y 165 de Berisso y administrada por ABSA, situación que se agrava como consecuencia de quitarse los denominados “tamices”.
“Eran indispensables para el único procedimiento que se aplicaba de separar los sólidos, por lo tanto, los efluentes se vuelcan sin ningún tipo de tratamiento al Río de La Plata, incluyendo los residuos sólidos cloacales”, alertaron desde la ONG Nuevo Ambiente.
Justamente la entidad viene solicitando la construcción de una nueva Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales para los partidos de Berisso, Ensenada y La Plata, que cumpla con los procesos de depuración imprescindibles para mejorar la calidad física, química y bacteriológica de los efluentes que se vuelcan sobre el río.
Ello en razón que la planta, ubicada en Berisso y administrada por la empresa Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima, desde su inauguración, “funciona en forma parcial y deficitaria, provocando un impacto ambiental y sanitario significativo, que colabora al deterioro general del estado del agua del Río de la Plata y fundamentalmente de sus costas”.
“En los últimos años, en la planta sólo se realizaba la separación de sólidos cloacales, no aplicando ningún otro procedimiento a los efluentes que llegan desde Ensenada, Berisso y parte de La Plata al lugar. Lamentablemente ahora, esa función, que cumplían los tamices, se dejó de realizar porque los mismos fueron retirados de la planta, por lo cual los líquidos cloacales siguen al curso de agua, sin ningún tipo de tratamiento”, fustigaron los referentes de Nuevo Ambiente.
Para tener una dimensión de la gravedad, los efluentes cloacales volcados al río a pocos metros de la costa berissense serían de “unos 25 mil metros cúbicos por hora, y sin tratamiento alguno, sin dejar de tomar en consideración además de la planta, la falta de funcionamiento y control de otros efluentes como los ubicados a la vera del Arroyo El Gato (La Plata y Ensenada), y otros cauces que desembocan en el Río de la Plata, principalmente la sospecha de los cloacales hospitalarios”.
Por esta situación, responsabilizaron “tanto a la empresa que administra el sistema –ABSA-, como al gobernador Axel Kicillof”, recordando que “los reclamos llevados adelante tanto por particulares y la ONG e incluso por algunos funcionarios municipales, que incluyeron acciones administrativas y judiciales son desoídas hasta el presente por las autoridades provinciales”.