

Por la trágica pelea que se desató este sábado en el estacionamiento del hipermercado Nini, en La Plata, que terminó con la muerte de un agente penitenciario de 40 años de edad, los acusados prestaron declaración, un hombre de 36 y su padre de 58 años, y contaron detalles del hecho.
El terrible caso ocurrió en el cruce de la calle 23 y la avenida 520 donde por una mala maniobra en el estacionamiento se generó una fuerte discusión y pelea en la que acabó falleciendo Jorge Luis Castells, empleado del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Personal policial acudió al lugar y encontró a Castells tirado en el piso, inconsciente, por lo que fue derivado de urgencia al Hospital “San Roque”, de Gonnet, donde poco después falleció, y por el hecho fueron detenidos Jonatan David Marchezotti (36) y su padre Fabio Omar Marchezotti (58).
La investigación quedó en manos de la fiscal Virginia Bravo, titular de la UFI Nº 7 del Departamento Judicial La Plata, quien ordenó la operación de autopsia y la aprehensión de los acusados de cometer el homicidio.
En las últimas horas los imputados declararon ante la fiscal: Jonatan explicó que junto a su padre habían llegado a La Plata desde Entre Ríos en un camión con una carga de arroz, para descargar en el Hipermercado Nini.
Siempre de acuerdo al relato del hombre, su padre maniobraba el camión Mercedes Benz y fue increpado por el conductor de una camioneta, que era Castells y, tras un intercambio de palabras, el agente penitenciario le pegó un cachetazo al hombre de 36 años y amenazó con volver, agregó el declarante.
Jonatan explicó en sede policial que poco después Castells regresó en una moto de 250cc y continuó con la pelea. El hombre sostuvo que el agente penitenciario le pegó, lo hizo caer y en el piso le pateó la cabeza, la espalda y los riñones, y que le aplicó pisotones.
Luego agregó que el padre quiso defenderlo con un elemento metálico y que aprovechó para agarrar una piedra y arrojarle a su contrincante.
El piedrazo impactó en el rostro de Castells, quien cayó pesadamente al piso, golpeándose la cabeza. Eso declararon de manera coincidente ambos acusados.
Los imputados buscan cambiar la carátula de “homicidio” a “homicidio preterintencional”. La primera prevé una pena de entre 8 y 25 años, la segunda una de 6 años.
La fiscal pidió las imágenes de las cámaras de seguridad y el aporte de testigos, además del informe de autopsia y de los peritos de la Policía Científica para terminar de definir qué hace.