

El diputado nacional de Encuentro Federal, Emilio Monzó, se refirió a las elecciones legislativas y renovó cuestionamientos a la administración de La Libertad Avanza.
“Con mi experiencia analógica, yo estaría muy preocupado por el resultado electoral en la provincia de Buenos Aires, donde Cristina Kirchner y su espacio son fuertes hace tiempo. Pero ahora todo es muy distinto: tenemos la primera elección en la Ciudad de Buenos Aires dentro de un mes y, sin embargo,La Libertad Avanza no se ha preocupado mucho de ir junto con Jorge Macri, ni por el riesgo que genera romper relaciones con su principal aliado, que es el PRO”, contextualizó.
Asimismo, indicó que el oficialismo “no se ha preocupado mucho por tener el primer éxito contundente del año en esta Ciudad, que repercute mucho a nivel nacional. Esos serían los elementos que yo hubiera tenido en cuenta, de los cuales La Libertad Avanza no tuvo en cuenta ninguno”.
“Yo contesto como un político analógico: yo estaría preocupado por estos resultados. Pero quiero desmitificar algo, porque entre tantas mentiras se pierde el interés de la sociedad por la verdad. Ellos dicen que en estas elecciones van a obtener un resultado espectacular de 45, 50 puntos. Aunque los obtuvieran, el cambio en la representación en ambas cámaras va a ser ínfimo, porque se llevarían las bancas que hoy ya tienen en su alianza con PRO. Van a seguir siendo minoría. Yo, con mi mentalidad analógica, estaría preparándome para llegar a acuerdos políticos que me permitan tener 120 diputados en los próximos dos años. Pero a ellos no les interesa”, juzgó en declaraciones a La Nación.
En este sentido, sostuvo que “les interesa más el tema comunicacional que una ley. Si el espectáculo del Congreso pone en riesgo una ley, es menos importante ese riesgo que la imagen de un Congreso degradado. Ellos prefieren un Congreso degradado a una ley aprobada. Porque, de cualquier manera, siguen gobernando con DNU. Entonces, el espectáculo reciente, en el que hemos visto a los propios diputados oficialistas peleándose entre ellos, con el propio presidente de la Cámara (Martín Menem) promoviendo que sus diputados provoquen líos en el recinto, me hace preguntar si no hay una seria intención de anular los poderes que equilibran el poder en la Argentina”.
De cara a los comicios de medio término, el exintendente de Carlos Tejedor manifestó que “ellos van a intentar ganarlas, pero no con las herramientas tradicionales, no por medio de acuerdos como hicimos nosotros en Cambiemos. Sus herramientas van a ser las redes sociales y el objetivo será mantener a la sociedad en estado de crispación”.
“Cuando la sociedad está en estado de crispación y se alimenta el odio, no hay lugar para la reflexión, la pausa y no se da lugar al consenso. Por eso la democracia está en crisis. Esto le dio un excelente resultado a Donald Trump y a Jair Bolsonaro. También a Milei. De otra manera, no se entiende que en un año y medio haya echado a más de cien funcionarios, que hayamos vivido el escándalo de la criptomoneda $Libra, su discurso en Davos, las escenas de pugilato entre los propios libertarios en el recinto. Sin embargo, la sociedad le sigue dando crédito a Milei para que pueda ganar la elección de medio término”, enumeró.
De todos modos, admitió que “es cierto que hoy no se observa con nitidez una alternativa política, pero la alternativa política también surge por demanda, no sólo por oferta. Esa demanda no existe hoy en la sociedad, pero hay cierta licencia de la que goza Milei que yo no he visto antes”.
Ya en terreno bonaerense, planteó que “el kirchnerismo y el mileísmo son tan fuertes, tan antagónicos, que tienen pisos y techos rígidos con pocas posibilidades de crecer. En estas elecciones legislativas ambos procurarán cohesionarse en su antagonismo, pero en las elecciones presidenciales van a tener que rotar hacia el centro si quieren ganar. Es lo que hizo Cristina Kirchner con Alberto Fernández. Y es lo que hizo Mauricio Macri, a última hora, con Miguel Pichetto”.
Por último, opinó que “el principal enemigo de Milei es él. Y es un gran enemigo, porque es un gran ególatra, con un narcisismo patológico megalómano, y eso es un gran riesgo. Porque no es solo economía. Gobernar es mucho más complicado. Y con esta personalidad de Milei se hace difícil que dirigentes políticos con experiencia puedan integrar su gobierno. Porque quien contradiga al líder seguramente puede terminar expulsado por un tuitero”.
“En esas condiciones no veo que el Gobierno integre figuras que puedan mejorar su gestión política. Tiene un equipo profesional en economía; también en comunicación, en el manejo de redes. Pero el resto del Gabinete deja mucho que desear”, remató el expresidente de la Cámara baja nacional.