

El presidente del Centro de Industriales Panaderos de Merlo y referente de la Cámara de Industriales Panaderos Agrupados del Norte (CIPAN), Martín Pinto, describió la compleja situación que atraviesa la industria panadera en el país y compartió cifras escalofriantes al respecto.
Según indicó Punto, desde la llegada al poder presidente Javier Milei, más de 1.100 panaderías registradas cerraron sus puertas y, si se incluyen los despachos barriales no registrados, la cifra podría duplicarse.
“Son cada vez más los puestos de trabajo que se pierden”, alertó, al tiempo que atribuyó la situación a la constante suba de precios en los insumos y servicios.
El precio del kilo de pan varía según la zona. Entre $ 2.500 y $ 3.300 en áreas céntricas, mientras que superan los $ 4.000 en otras localidades.
La sostenida caída del consumo impactó de lleno en el sector: disminuyeron las compras de pan y también de los productos de pastelería.
Asimismo, Pinto explicó que el costo de producción se incrementa semanalmente debido a los aumentos de las materias primas, que obligan a las panaderías ajustar los precios.
Por último, y con extrema preocupación, alertó que, de continuar esta tendencia, podrían cerrar otras 400 panaderías durante el año.