Panorama Bonaerense | 3 jun 2014
Bitácoras bonaerenses
Una batahola insólita en el Senado por el tratamiento de Policía Locales
El paso del proyecto por la Cámara Alta también está cargado de contingencias, tensiones, polémicas, sesiones caídas y pujas entre los principales actores. Las opciones de la iniciativa que sacude a la Legislatura son dos: que finalmente se trasforme en ley, o que vuelva a diputados con nuevas modificaciones. Un final todavía abierto.
Tras su paso en Diputados, la idea del bloque de FpV en el Senado y de Daniel Scioli era transformar en ley el proyecto de Policías Locales el jueves 29 de mayo. Para eso, tras un almuerzo realizado en la Residencia de Gobernación, junto a legisladores y ministros, el mandatario bonaerense pidió por la realización de comisiones ampliadas, donde podrían participar intendentes y los funcionarios para que el texto llegase con consenso al Senado. El deseo pensado.
Durante dos días, el ministro de Seguridad, Alejandro Granados, fue al Senado para explicar y expedirse sobre los puntos conflictivos del texto que fue modificado en Diputados. Las discrepancias fueron parte de ese interín, desde el Frente Renovador se mostraron a favor de la creación de las Policías Locales, pero hicieron hincapié en los reparos al financiamiento y la portación de armas una vez finalizada la jornada laboral de los efectivos, entre otras cosas. El propio Granados manifestó su interés en que el proyecto fuera sancionado esa semana, aunque aprovechó la oportunidad para detallar que “hay algunos puntos sobre los que los intendentes no están de acuerdo”, aunque anunció que esos puntos no acordados se podrían solucionar por “diversos canales”. La opción del veto en la promulgación sobre la mesa.
La pulseada entre oficialistas y massistas generó temores sobre una posible caída de la sesión. Tanto el FpV como el FR analizaban el costo político de esa posibilidad y los números para tener el quorum que buscaba el oficialismo no se habían asegurado. Anticipados, desde la bancada que conduce Cristina Fioramonti advertían que el massismo iba a quedar “mal parado” si no bajaban al recinto y se aprobaba la ley que ellos mismos “fogonearon”. Desde la tropa legislativa que encabeza Jorge D’Onofrio ya preparaban sus argumentos ante esa eventualidad. Pero el jueves, el escándalo se hizo presente en la Cámara Alta: no se trató el proyecto de Policía Local y se pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes 2 de junio a las 4 de la tarde. El cruce entre kirchneristas y massistas que hizo naufragar la sesión fue “reglamentario”, aunque los matices políticos fueron los que se impusieron. La batahola había estallado.
Días antes se sabía que el senador del FpV Patricio García iba a estar ausente en la sesión, ya que se encontraba de viaje en Alemania. La ausencia, aunque anunciada, despertó enojos y suspicacias entre sus pares del oficialismo, ya que durante el tratamiento del proyecto en Diputados, el jefe político de García, Julián Domínguez, se había manifestado públicamente en contra de las Policías Locales. Esa contingencia, hizo que un hombre que responde a Florencio Randazzo fuera una pieza clave en este tablero. Es así que, en movimientos casi desesperados, Norberto García fue llamado a asumir su banca, que en las primeras sesiones del Senado había pedido licencia para irse a trabajar con el ministro del Interior y Transporte. En su lugar asumió Elida Villa de Bartoletti, quien dejaba de reemplazar a Norberto y pasaba ser el relevo de Patricio. El dilema de los García.
Pero ese jueves, el pedido de licencia extraordinaria de Patricio García no fue acompañado por el massismo en la votación, quienes al mismo tiempo acusaron al FpV de querer “sentar un senador trucho” para aprobar Policía Local. La tropa de Sergio Massa, además, hizo correr la voz de que Norberto García no había renunciado a su cargo en el Ministerio de Transporte. En medio de esas acusaciones, desde el oficialismo presentaron documentos que, según ellos, demostraban la renuncia de este funcionario. Nada de eso sirvió, los desacuerdos, las pujas y los cruces finalmente hicieron que la sesión del jueves dure poco y nada: “Esto es un quilombo”, se le escuchó decir a Gabriel Mariotto ante este hecho. Una novela que no para de sumar capítulos.
En calle 6 no cayó para nada bien la postergación del tratamiento de la ley. Si bien voceros de Gobernación sostenían que Scioli “esperaba paciente” y en “base a consenso” la aprobación del texto, en algunos despachos de primer nivel de la Casa de Gobierno apuntaban sus dardos contra el massismo: “Que expliquen por qué sus diputados votaron hace 7 días una ley que hoy no quieren”, manifestaron. Además, muchos senadores del FpV acusaron a Massa de haber “juntado a sus legisladores el día martes para decirles que no aprueben la ley”. En esa línea, desde el bloque oficialista también se dijo fuera de micrófonos: “No quieren que se vote así como está, quieren modificarla para que vuelva a Diputados y que siga pasando el tiempo, para después acusarnos en campaña de que no queremos la Policía Local nosotros”. Versiones y posturas de un lado de la vereda.
Desde el massismo no se quedaron quietos ante las acusaciones. Apuntaron de lleno y expresaron que “Scioli tiene un acuerdo con la mala policía para sacar la ley como está”. Por esa línea, D’Onofrio afinó la puntería y dijo que “La Cámpora y (el legislador de Nuevo Encuentro Marcelo) Saín tomaron por asalto este proyecto”, en relación a las modificaciones que se hicieron en Diputados. Además, acusaron de “poco seria” la defensa que legisladores sciolistas hacían al proyecto: “Poco serio es pensar en una Policía Municipal sin armas, sin financiamiento garantizado, con el impedimento de actuar sobre la averiguación de antecedentes, querer crear 7 organismos provinciales para controlar las policías municipales, cuando esto es potestad de los intendentes, es proponer que en cualquier momento y por decisión del gobernador la Policía Municipal pueda ser intervenida por la Provincia”, señalaron. Versiones y posturas del otro lado de la vereda.
El lunes finalmente llegó y trajo consigo todas las complicaciones de la sesión fallida del jueves, más allá de que la conducción del bloque del FpV se había asegurado la participación de Patricio García, quien ya había vuelto de su viaje. La cita para bajar al recinto era a las 16, pero tres horas antes se conoció la noticia de que finalmente y -tal como se vislumbraba en medio de esta batahola- la sesión finalmente se caía. En los pasillos de la Legislatura empezaron a plasmarse distintas versiones, el FpV y el FR empezaban a diseñar sus acusaciones mutuas. Un rumor que circuló por el Parlamento es que Fioramonti tenía las intenciones de sesionar, pero el que tomó la decisión de no hacerlo fue Mariotto. ¿Volvieron las internas?
El lunes trajo más sorpresas, bien temprano, el que se pensaba era un “aliado” del oficialismo, salió con declaraciones que complicaron más al Frente para la Victoria en su intención de lograr los números necesarios para aprobar la ley. Mario Ishii, autonombrado kirchnerista, pero en un doble juego que lo acerca a Massa, expresó de manera rotunda que “así como está” no votaría en afirmativo por la aprobación de la Policía Local. Según fuentes del massismo, la postura del “excaza traidores” fue el motivo para que el FpV “haga caer la sesión”. “Nosotros íbamos a bajar al recinto a votar en general por la ley y rechazar los puntos que no coincidimos”, dijo un senador ante la caída de la sesión. En medio de esa chicana, advirtieron: “Se les rompe el bloque, hay muchos -de los que rondan con nosotros- que ya están podridos”. El juego de los sospechados de pegar el salto también se hizo presente.
De todas formas, como ya se sesionó el jueves pasado, el proyecto de Policías Locales ahora ya tiene estado parlamentario y se podrá sesionar este miércoles 4 de junio. Además, ya no se necesitan los dos tercios de los votos para habilitar su tratamiento y se puede definir con mayoría simple. En este nuevo tablero, la postura que el radicalismo ponga sobre la mesa es vital: sus tres bancas son las más cotizadas en esta pelea, junto a la que tiene el GEN. Si los radicales se abstienen, se produciría la escena donde Mariotto tendría que desempatar la votación, pero si los del partido centenario votan en contra se cae el proyecto, en un escenario donde el massismo cuenta con 21 votos, más el apoyo de Ishii, mientras que el oficialismo se quedaría con tan sólo 19 bancas más el acuerdo con las senadoras de Nuevo Encuentro, Mónica Macha, y de Unión-PRO, Nidia Moirano. El poroteo legislativo afina sus cuentas.
Fuentes del FpV anuncian que el radicalismo ya confirmó que votará en contra de la aprobación en general del proyecto, pero que se abstendrá de votar en particular. Desde Tigre, ante la caída de la sesión, el propio Sergio Massa bajó la orden a su tropa y mediante una gacetilla oficial anunció que el Frente Renovador va a votar a favor de la Policía Local: “Nuestro bloque va a participar de la sesión con un espíritu constructivo y propositivo. Vamos a apoyar y acompañar aquellas cosas que está bien, y rechazar aquellas que vemos mal, para que encontremos un camino de solución y futuro a un problema grave que llena de incertidumbre a millones por el miedo a la inseguridad”, agregó el tigrense en su comunicado. Más allá de esta orden, la estrategia del bloque que responde al legislador nacional es votar en general la aprobación del proyecto, pero -al igual que en la Cámara Baja- hacerlo en contra de los artículos que cuestionan. Para eso, esperan sumar los votos del radicalismo y así modificar el proyecto para que retorne a Diputados para un nuevo tratamiento. Se abre la puerta para otro capítulo más en esta comedia dramática.
Hace años que en la provincia de Buenos Aires se debate la cuestión de una implementación de Policías Locales o Policías Municipales, según quien la nombre. El arribo esperado de un texto a la Legislatura estuvo cargado, en ambas Cámaras, por severas y tensas pujas entre el Frente para la Victoria y el Frente Renovador, sobre los puntos que tienen que tener esta ley. Scioli y Massa, con sus tropas, se baten a duelo públicamente sobre la autoría de este proyecto. Desde Gobernación se muestran ansiosos por aprobar el texto y así capitalizarlo políticamente, idea similar a la del massismo. Las internas de los bloques del FpV destiñen los deseos del gobernador. El massismo, contrario a sus palabras del día de la Asamblea Legislativa de marzo, donde anunciaron que “iban a tratar sobre tablas cualquier proyecto de Policía Local”, pone sus intereses sobre la mesa y es parte, junto a todos estos actores, de la batahola que envuelve la transformación en ley de Policías Locales.-