jueves 31 de octubre de 2024 - Edición Nº3876

Policiales y Judiciales | 27 nov 2016

Opinión

En nombre de la viuda “Angie”, un enorme gracias al Jurado

La abogada de la esposa de la víctima de asesinato, Luis Gustavo Valenzuela, en el primer Juicio por Jurados desarrollado en La Plata, analiza y relata sus sensaciones vividas en un contexto inédito para el derecho penal de la capital bonaerense.


Por Rosa María Álvarez Barreto (*)
Especial para ANDigital

Luego de tres días de intenso debate en la Sala del primer Juicio por Jurados en La Plata, en los que se entremezclaron momentos de dolor, angustia y tensión entre vehementes abogados, llegó el momento de la deliberación.

A mí, Rosa María Álvarez Barreto –abogada de la viuda de la víctima, Luis Gustavo Valenzuela– se me detuvo el corazón.

Lo había dado todo. Había llegado el momento en que el enorme trabajo y esfuerzo desplegado para preparar el caso, iba ser evaluado por doce ciudadanos comunes y corrientes. Me surgió el pánico de haber olvidado algún argumento convincente en mis alegatos o el haber errado la forma en el planteo del caso.

De pronto la vi a Angie –la viuda– tranquila, en paz. Me dijo: “Diste todo, gracias”. Me di cuenta de que el hecho de haber tenido la oportunidad de contar todo lo que sabía y estaba sufriendo a 18 personas, y que ellos la escucharan con atención y se conmovieran con su dolor, le hizo bien. Como dije en mi discurso inicial: comenzar el camino de la sanación.

La vida de Angie se detuvo el día 1º de febrero de 2015, cuando vio a su marido tirado en la capa asfáltica herido de gravedad con un arma de fuego. El 2 de febrero –al día siguiente del hecho– Angie y Luis tenían un turno en el Hospital San Martín. Querían convertirse en padres, y no les fue posible en forma natural.

Muy diferente a lo planeado, ese 2 de febrero de 2015 en el Hospital San Martín, Angie habló por última vez con su marido, quien le dijo: “Me disparó Cabañas… mirá lo que me pasó por defender a un amigo”, o algo por el estilo. Esas mismas palabras me dijo el primer día que la entrevisté como abogada, y así se las contó al Jurado, que atento la escuchaba.

El Juicio por Jurados representa un cambio de paradigma en el enjuiciamiento penal. Creo que, de ahora en más, todas las causas penales graves deberán ser investigadas desde el primer minuto como si fueran a ser juzgadas por un jurado de legos, porque muchos defensores optarán por este procedimiento de enjuiciamiento.

Los fiscales y abogados deberemos aprender técnicas de litigación nuevas, oratoria, expresión corporal y, lo más importante, cómo plantear nuestra teoría del caso en la forma más clara y dinámica posible para lograr el resultado pretendido; porque en el Juicio por Jurados no contamos con la red de protección de las reglas que se aplican en los Juicios por Expertos.

El juicio por Jurados es controversial, lo que significa que todos los abogados o partes intervinientes –fiscalía, defensa, particular damnificado– nos enfrentamos en nuestras posturas contrapuestas en igualdad de condiciones.

En esta clase de enjuiciamiento, sólo será prueba a valorar por el Jurado aquella que se reproduzca en la audiencia del debate. Lo que se hizo antes en la investigación no existe si el profesional no lo lleva a la Sala en la forma correcta. El Jurado delibera sin papeles ni expedientes a la vista.

El juez pasa a tener un papel moderador y controlador, ya no suple nuestras omisiones o descuidos en pos de las garantías, como sucede en el Juicio de Expertos o el ordinario.

Es decir, los abogados (fiscalía, defensa y particular damnificado) cobramos un rol protagónico y sin red. Un enorme cambio.

Por cuestiones del azar, a mí me tocó protagonizar como abogada de la víctima el primer Juicio por Jurado de La Plata. Todo un honor.

Luego de seis interminables horas de deliberación, en la madrugada del sábado 26 de noviembre de 2016, el presidente del Jurado golpeó la puerta. Tenían veredicto. Se sentía la tensión en el aire. Un momento único e irrepetible en esta ciudad, y yo tuve la oportunidad de vivirlo como protagonista. Todavía me cuesta creerlo.

Angie, nerviosa, a mi lado… Sólo escuchó la palabra “CULPABLE…”. El resto no lo entendió. Para ella fue suficiente. Le habían creído. Se abrazó con su familia y lloró aliviada.

Tengo que agradecer a la señora juez a cargo del Juicio, la Dra. Carmen Rosa Palacios Arias. Su desempeño fue impecable, demostró una tremenda paciencia con todos las partes, un enorme conocimiento del derecho y firmeza cuando hizo falta. También debo agradecer a la fiscal del caso, la Dra. María Victoria Huergo: excepcional litigante y un compromiso que no se ve frecuentemente.

Asimismo, debo mencionar al Dr. Matías Pietra Sanz, el abogado defensor del acusado. Él usó la llave que le permitió a Angie hablar ante el Jurado.

Pero, por sobre todo, tengo que agradecer al Jurado, por su atención, interés y respeto. Y por esas interminables seis horas de deliberación que demuestran que nos escucharon a todos, analizaron el caso minuciosamente y se comprometieron profundamente con el importante rol para el que fueron convocados.


(*) Abogada defensora de la esposa de la víctima de asesinato en el primer Juicio por Jurados desarrollado en el Fuero Penal de La Plata.

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