Municipios | 10 jul 2019
Turismo
Puan y su propio Monte de los Olivos
La localidad del sudoeste bonaerense despliega un potencial que va más allá de la laguna y los mojones históricos. Con empuje cooperativista, apuesta a un cultivo no tradicional con foco en el valor agregado. Mientras, en tiempos de crisis de fe, un carismático sacerdote se anima a la misa itinerante.
PUAN-BUENOS AIRES (ANDigital) Pese a lo temeraria que parecía la empresa, hace poco más de una década se comenzaron a llevar desde Mendoza al sudoeste bonaerense las primeras plantas de olivo, en búsqueda de un valor agregado local.
Inicialmente fueron dos hectáreas, sorteando los difíciles primeros años para la aceituna aceitera. Hoy por hoy, la Cooperativa de Servicios y Obras Públicas Limitada de Puan ya proyecta no menos de quince en la venidera campaña.
Allí, en la cabecera del distrito del sudoeste bonaerense se ubica la Finca Demostrativa donde todos los visitantes pueden contemplar un emprendimiento novedoso en un entorno natural privilegiado, con la olivicultura en primer plano.
“Se obtienen entre seis y ocho kilos por planta y contamos con unas 6 mil plantas”, explica ante ANDigital la gerente Dora Nizovoy, dando cuenta además que se trata de la aceituna aceitera (la de conserva es otra).
Entre abril y julio es el pico de trabajo, aunque no es a destajo, pero sí motiva que se duplique la mano de obra empleada, ciento por ciento local.
Donde nace Epu Antu Oliva Virgen ExtraEl aceite de oliva Libre de Gluten producido en Puan
Publicada por Epu Antu Oliva Virgen Extra en Jueves, 26 de noviembre de 2015
La producción es de primera extracción en frío y la marca comercial Epu Antu se comercializa principalmente en Puan y en la región en diversas presentaciones (botellón de tres litros; medio litro plástico/vidrio y un cuarto, con variantes saborizadas.
Con varios premios en su haber, destacándose el Mediterranean Int Olive Oil en Israel, este aceite de oliva va por más… De hecho, para graficar la larga vida del cultivo, Dora traza una analogía con el monte de los olivos donde Jesucristo pasó la última noche antes de su arresto: “esas plantas de más de 2 mil años siguen dando”.
Salvando las distancias con esos lugares donde Jesús impartió sus enseñanzas, se refugió de la persecución de las autoridades o buscó consuelo en sus últimas horas como mortal, Puan también ofrece su desarrollo en cuanto a turismo religioso.
El principal punto es el imponente Templo Mirador Millenium, inaugurado el 24 de octubre de 2010, tras una construcción que demandó 12 años y el empuje de toda la comunidad, con una comisión multisectorial constituida al efecto.
Resume en sus esenciales líneas arquitectónicas toda la civilización. Se ven reflejadas las construcciones mesopotámicas, mesoamericanas, incaicas e incluso fortines circulares existentes en la zona. Se construyó en su exterior con piedras del lugar y en su interior con ladrillos a la vista.
Cuenta con dos rampas paralelas tipo caracol, las cuales posibilitan alcanzar su plataforma superior, en tanto que la ausencia de escalones permite el acceso a discapacitados y a personas de todas las edades.
Una cruz sobre un reloj de arena estilizado, que simboliza el tiempo, corona el Mirador, dándole su pleno significado. Su interior es un templo dedicado a la Santísima Trinidad con la monumental cruz de San Damián (siete por cinco metros). Además, el mirador permite disfrutar de la pintoresca vista panorámica con variadas bellezas naturales.
Allí, profeta en su tierra, el sacerdote franciscano Pascual Di Saverio celebra estar en su lugar en el mundo: “Aquí en Puan encuentran una pequeña República Argentina: un lago, mil hectáreas, una isla; cerros; llanura, agua, vegetación. Aquí hay cultura, ecología, historia. Después lo que no se ve: la gente es única, es otra comunicación y la seguridad que aquí tenemos. Esto no tiene precio, no sólo en el país, si no en el mundo. No hay punto que sintetice todo esto”.
Más allá de esta declaración de principios, el carismático religioso se pone al frente de un original proyecto, haciéndole frente a la paulatina pérdida de fe. Es que Pascual fue el mentor de la capilla-móvil, un trailer equipado con todo el andamiaje litúrgico con la cual recorre distintas localidades para cumplir con aquello de “Si Mahoma no va a la montaña…”.
Así, con atractivos no convencionales, Puan suma aditamentos para la “escapada”. Con el lema “A un termo de distancia”, es parte del corredor turístico “sierras, termas y lagunas”, junto a Guaminí, Carhué, Tornquist y Villarino.
Su as de espadas en cuanto a festejo popular es, sin dudas, la Fiesta de la Cebada Cervecera, actividad que encolumna a todo el pueblo detrás y que cada enero recibe miles de visitantes de todo el país y la presentación de artistas de primer nivel.
Especial cariño de este evento es el que guarda el hoy consagrado Abel Pintos. Es que allí se emocionó por primera vez con Mercedes Sosa. Fue tal el llanto de verla por primera vez cantanto, que la “Negra” quiso saludar a ese chiquilín del público… años después, con sus primeras armas ya exhibidas en la música popular argentina, el propio Abel pudo confesarle aquel episodio a Mercedes, situación que la inmortal artista tucumana recordaba al pie de la letra: “Cómo no, si no parabas de llorar”.
El imperdible es el Museo Ignacio Balvidares, con sala arqueológica, paleontológica e histórica. Allí, los visitantes podrán imbuirse de la importancia de Puan en los años de la Conquista del Desierto.
El Museo Municipal, además del Mirador Millennium (donde estuvo asentado el Fortín Riobamba), la Plaza de la Patria, la Plaza Adolfo Alsina y la laguna fueron las locaciones elegidas por el realizador platense Sebastián Díaz para rodar el documental La muralla criolla, de visualización altamente recomendada.
La producción en cuestión narra la construcción en la Argentina de la famosa “zanja de Alsina”, gigantesca trinchera excavada en 1876 a lo largo de la pampa, obstáculo para hacer imposible las grandes invasiones indígenas y que demoraba el arreo de ganado vacuno, botín de guerra entre blancos y aborígenes.
Los testimonios de Osvaldo Bayer, Marcelo Valko, Juan José Estevez y Alberto Orga, además de los puanenses Armando Nervi y Jorgelina Walter (hoy directora del Museo municipal) reconstruyen el plan militar de Alsina, que buscó avanzar la frontera con el indio mediante la ocupación permanente y la inclusión del tendido del telégrafo, lo que permitió la fundación de varias ciudades.
Esta es la historia de una zanja denostada, que abrió una encendida polémica en su tiempo, y que la repentina muerte de Adolfo Alsina borró. La Campaña del Desierto, iniciada por Julio Roca en 1879, la transformaría en ruinas.
Esta es la historia de algunos pobladores del oeste bonaerense, desconocidos, que al haber recolectado toda la información a pulmón, se llevan todos los laureles por su valor épico al haber hallado las huellas de la zanja.
¿Cómo llegar?
---) Por Ruta nacional 33 - Kilómetro 133 (rotonda de Pigüé) por Ruta provincial 67 a 33 kilómetros, hasta el acceso Este de Puan
---) Por cerros, acceso Ruta provincial 76
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