Seguían a un repartidor, lo empujaron y lo hicieron chocar contra un poste en Wilde

Así como ocurrió el miércoles por la noche con el brutal crimen de Bastián Escalante, otra vez Wilde fue el epicentro del delito, en este caso protagonizado por motochorros que provocaron un violento choque a su víctima, a quien perseguían mientras intentaba escapar en su moto Honda Wave.

Todo sucedió este jueves a las 20 horas en la calle Villegas al 1200 de la mencionada localidad del partido de Avellaneda, en el Conurbano bonaerense sur, donde dos delincuentes perseguían a un repartidor, lo empujaron en velocidad y lo hicieron chocar contra una columna de alumbrado, generando un fortísimo impacto.

La secuencia fue captada por una cámara de seguridad y en las imágenes se observa que tras el choque, que hizo volar por los aires a la víctima y a su mochila de repartos, su cuerpo cayó en medio de la calle, por lo que los delincuentes retornaron y le sacaron lo que llevaba de valor en sus bolsillos –su teléfono y su billetera–, mientras el muchacho se retorcía del dolor, y lo hacía como podía; luego huyeron.

📽| Otra vez #Wilde, en el partido de #Avellaneda: Motochorros persiguieron a un motociclista, lo empujaron y lo hicieron chocar violentamente contra una columna; luego volvieron y le robaron, con la víctima muy dolorida. Fue Villegas al 1200, ayer jueves a las 22 horas pic.twitter.com/iSEvFe2RvI

— ANDigital (@ANDigitalOK) July 12, 2024

Con el correr de las horas se supo que el joven sufrió fuertes heridas: cortes y fracturas que motivaron su traslado y posterior internación en un centro asistencial de salud, donde quedá a la espera de recibir una prótesis en una de sus piernas.

Todo esto pasó a muy pocas cuadras de las calles Caxaraville y Rondeau, donde el miércoles por la noche fue asesinado Bastián Escalante, el nene de apenas 10 años que quedó junto a su mamá en medio de un tiroteo entre un policía vestido de civil y dos delincuentes que instantes antes habían intentado robarle.

En esa persecución el chico recibió dos balazos, uno en el cuello y otro en el omóplato, fue trasladado por un patrullero al Hospital “Presidente Perón”, quedó internado en estado reservado y, tras no poder recuperarse, en la mañana del jueves finalmente murió.