Política | 9 ago 2024
Escándalo
Revelan que la visita a los genocidas tenía el “okey” de Patricia Bullrich
La diputada nacional Rocío Bonacci, quien ya había dicho que acudió “engañada” al encuentro en la cárcel de Ezeiza, acusó de a su par Beltrán Benedit de omitir información. También dijo que se vulneraron protocolos de seguridad penitenciaria.
La diputada nacional Rocío Bonacci, integrante de la comitiva de seis legisladores libertarios que se reunieron con represores en el penal de Ezeiza, reveló que la visita contó con el visto bueno de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Lo craneó Beltrán (Benedit), supongo que con ayuda de Guillermo (Montenegro), y parece ser, a raíz de unos chats que salieron, todavía no lo charlé con el bloque, que esto tenía un okey de Patricia Bullrich”, deslizó la parlamentaria satafesina.
Además, dio cuenta que ciertos protocolos de estricta seguridad que se realizan en una visita a las cárceles fueron pasados por alto. “Simplemente nos abrieron la puerta, ingresamos, conversamos, nos recibieron muy cordialmente y los diputados teníamos todos nuestros teléfonos”, precisó.
“Fue todo muy irregular. De hecho, ingreso al pabellón consciente de que me iban a tantear los bolsillos, que me iban a pedir el teléfono y más datos y no pasó”, anexó.
A horas de que viera la luz la foto de los legisladores junto a Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Raúl Guglielminetti, entre otros represores, Bonacci acusó a su compañero de banca Beltrán Benedit de ocultar el verdadero propósito de la visita al penal. “Nací en el 96, había muchos reclusos que a nadie le sonaban. Cuando me plantean que nos estaban esperando, fui la primera en saltar y comunicárselo a mis compañeros”, alegó en declaraciones a Radio Mitre.
“Le comuniqué a Beltrán que no me iba a poner a defender este proyecto que tira a la basura 40 años de democracia. No merecen que gastemos nuestro tiempo. Fueron horas desagradables. No me quedó otra que quedarme ahí, en un momento de la reunión pedí retirarme y me pidieron que esperara para salir todos juntos”, prosiguió.
Y fue más allá: “Les comenté que no quería participar, que no iba a presentarme con los genocidas, que iba intercambiar información ni dialogar porque me repugnaba, estaba descompuesta del estómago”.
“La gente que nos votó no nos puso para que estemos pendientes de este tema, más habiendo sido elegidos democráticamente”, finalizó Bonacci.