Cayó el ‘Carnicero de Giles’: Estaba en Santiago del Estero

Finalmente fue detenido Luis Fernando Irribarren, el denominado ‘Carnicero de Giles’, quien se encontraba prófugo desde el miércoles 28 de agosto pasado luego de que no volviera a la cárcel tras una de las salidas transitorias que gozaba.

Iribarren fue hallado este domingo en la provincia de Santiago del Estero y fue capturado por personal de brigada de la Policía Federal Argentina, encomendado a la búsqueda del sujeto de 65 años de edad.

Vale remarcar que este sexagenario hombre transitaba 29 años ininterrumpidos en prisión luego de haber sido hallado culpable del asesinato de su padre, su madre, sus hermanos y su tía en la ciudad bonaerense de San Andrés de Giles.

Había sido condenado a prisión perpetua en 1995, año en el que se conocieron sus brutales crímenes, aunque los primeros –los de sus padres y hermanos– ocurrieron en 1986: asesinó a Luis Juan Iribarren, su padre de 49 años; a Marta Langebbei, su madre de 42, y a sus hermanos Marcelo (15) y María Cecilia (9).

A todos los asesinó y enterró en una fosa común en la propiedad familiar en el paraje rural de Tuyutí, ubicado a 25 kilómetros de San Andrés de Giles, y sobre ellos sostuvo en el proceso judicial que lo hizo porque les “tenía bronca”.

Luego asesinó a su tía Alcira Iribarren, con quien convivía, el 31 de agosto de 1995, de quien dijo que lo hizo por una cuestión humanitaria, porque estaba sufriendo por un cáncer que la aquejaba: primero la asfixió y luego la remató con un hacha.

Amén de todo esto, Iribarren gozaba de salidas transitorias para acudir a la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad Nacional de La Plata, donde ya se había recibido de Abogado.

En sus incursiones por el centro de la capital bonaerense incluso grababa videos, que luego compartía en redes sociales: en algunos criticaba el “lamentable” estado de las veredas platenses y en otros a los repartidores en motocicletas por su aversión a cumplir con las reglas elementales de tránsito.

Ahora volverá a estar tras las rejas, probablemente ya sin ningún tipo de beneficio.